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Ácido hialurónico para combatir el tiempo

Hemos escuchado hablar mucho de él, especialmente en publicidades televisivas que lo postulan como nuestro principal aliado antiaging. El ácido hialurónico es utilizado en cremas y tratamientos antiedad con el objetivo de mantener la piel hidratada y contrarrestar el envejecimiento, cuando el paso del tiempo disminuye su presencia natural en el organismo haciendo que nuestra piel pierda firmeza y volumen.

Se trata de una molécula compleja que se encuentra naturalmente en nuestro cuerpo, especialmente en la piel y el tejido conectivo. Por sus características, el ácido hialurónico es una molécula que se cataloga como higroscópica, ya que presenta la propiedad de retener grandes cantidades de agua: una sola molécula puede contener hasta mil veces su propio peso en agua, y esta propiedad se consigue gracias al gran número de grupos OH y de cargas negativas en su estructura. En las células, esta sustancia es producida por la acción de enzimas denominadas ácido hialurónico sintetasas, las cuales se encuentran en la superficie interna de la membrana celular. Luego, el ácido hialurónico es extrudido a través de poroscelulares.

Concretamente, en la piel se encuentra en forma libre en la epidermis formando parte del MNF o Factores Naturales de Hidratación. Allí, conforma estructuras de sostén y aporte a las sustancias extracelulares, también con función de retener agua. Es innegable su efecto positivo en el envejecimiento intrínseco, aquel que se produce por el mero transcurso del tiempo, así como también en el envejecimiento extrínseco provocado por factores medioambientales externos. En este sentido, el ácido hialurónico es capaz de contrarrestar el efecto del paso del tiempo, en particular la formación de arrugas, y esto se atribuye directamente a la capacidad de reemplazar el volumen de líquido perdido. Además, está demostrada su eficacia en el aumento de producción de colágeno, sustancia fundamental para el sostén y elasticidad del tejido cutáneo.​En la farmacopea de numerosos países se utiliza también como cicatrizante de heridas y úlceras de decúbito en aplicación tópica; y en la actualidad, también se aplica en técnicas de medicina estética como mesoterapia o rellenos faciales, y odontología estética para le realización de implantes.

El ácido hialurónico es capaz de contrarrestar el efecto del envejecimiento en la piel y la formación de arrugas.

Está demostrada su eficacia en el aumento de producción de colágeno, sustancia fundamental para el sostén y elasticidad del tejido cutáneo.

Una revolución médica y estética

El ácido hialurónico es un activo que además de alisar los pliegues subcutáneos, estimula la producción de colágeno, multiplicando y prolongando el resultado rejuvenecedor. Su utilización destaca en relleno y contorneado de los labios y pómulos, así como para alisar la frente y las marcas cutáneas. También se administra para reducir las cicatrices del acnésevero y otros problemas cutáneos que ocasionen pérdida de volumen de la piel, y como suplemento nutricional para las articulaciones y para el tejido conjuntivo o conectivo. Se conocen también propiedades antioxidantes del ácido hialurónico, eliminando los radicales libres nocivos para los tejidos que pueden provocar inflamaciones e incluso cáncer.

Su excelente capacidad hidratante, gran efecto anti envejecimiento y buena tolerancia, han popularizado el uso de esta molécula al punto que hoy en día es uno de los activos más utilizados en la industria de cosméticos y dermocosmeticos. Existe en el mercado gran variedad de productos de tratamiento, cremas, e incluso cosméticos capilares y maquillaje que lo contienen en sus fórmulas; aunque cabe destacar que si bien la molécula es la misma, el uso y la aplicación en las diferentes presentaciones puede ser muy diferente. La tecnología aplicada en medicina estética, por ejemplo, permite que un ácido hialurónico utilizado para rellenar arrugas tenga una estructura reticulada que permite que éste dure más en la piel y se absorba de manera más lenta. En cambio, en una crema de tratamiento tópico podemos encontrar una función meramente hidratante superficial, o una fragmentación que posibilite su penetración de manera más profunda.

Por Tec. en Cosmetología Médica Gimena Pedrosa / Hola Salud.

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