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Conocé las secuelas del coronavirus y qué es la Covid-19 persistente

La heterogeneidad es una de las palabras que mejor definen la infección causada por el nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2.

Muchas personas son asintomáticas, otras padecen formas leves de la Covid-19, hay quien sufre complicaciones graves y también se han producido numerosos fallecimientos. Además, algunos pacientes presentan síntomas leves o moderados durante meses y otros superan la patología pero arrastran graves secuelas.

¿A cuántas personas afectan las secuelas y los síntomas persistentes? Todavía es pronto para saberlo a ciencia cierta, pero ya hay algunas pistas. En un importante estudio en marcha (el Zoe Covid Symptom Study) se sugiere que en torno a 1 de cada 10 de los pacientes diagnosticados pueden permanecer sintomáticos más allá de 3 semanas, y algunos de ellos, en menor proporción, durante meses. En las series de pacientes que han requerido hospitalización este porcentaje es, sin embargo, muy superior, pudiendo llegar hasta el 50-90%.

En España se han puesto en marcha iniciativas para esclarecer el alcance de las secuelas y los síntomas persistentes. La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha iniciado un proyecto de colaboración con los colectivos autonómicos de Covid-19 persistente con el objetivo de aportar luz sobre su situación y mejorar la atención que reciben.

Dos grupos diferenciados de pacientes

Es importante diferenciar entre dos grupos de pacientes, aquellos que presentan secuelas del coronavirus y aquellos con Covid-19 persistente.

Secuelas del coronavirus

Las secuelas se refieren a aquellos pacientes que han estado graves, en la mayoría de los casos han estado ingresados y en muchas ocasiones han tenido que permanecer en la UCI un tiempo. La secuela es el daño que se ha producido en una parte del organismo y que puede prolongarse bastante tiempo o, incluso, durante toda la vida.

Secuelas más frecuentes

La secuela más característica de la Covid-19 es, probablemente, la fibrosis pulmonar. La inflamación que se produce en el pulmón deja una especie de cicatrices que producen unas consecuencias de modo permanente o semipermanente durante un largo periodo de tiempo. En casos complejos les hace dependientes del oxígeno una gran parte de su vida.

Se han documentado, asimismo, diferentes alteraciones cardiacas y renales en pacientes que han pasado la Covid-19. El daño en el corazón puede deberse a los efectos de los fármacos utilizados, pero también a la inflamación generalizada que produce esta enfermedad. La denominada tormenta de citoquinas, tan característica de la Covid-19, es responsable de muchos de estos daños. La afectación del riñón puede traducirse en insuficiencia renal.

El virus también puede atacar al cerebro y producir, en determinados pacientes, una patología grave: la encefalitis aguda.

Las secuelas sobre el sistema vascular son igualmente relevantes. La infección por SARS-CoV-2 provoca un daño de los vasos sanguíneos que puede dar lugar a la formación de trombos tanto pulmonares como en otras localizaciones del cuerpo. Secundariamente se puede desarrollar una hipertensión pulmonar que dificultará, asimismo, la oxigenación y la tolerancia al ejercicio.

Son frecuentes los trastornos psicológicos, la ansiedad o el insomnio. Puede haber cambios de humor e irritabilidad. Algunos cuadros pueden llevar a depresión grave o estrés postraumático. 

Covid-19 persistente

Se habla de Covid-19 persistente cuando se produce un mantenimiento de los síntomas por encima del tiempo que se considera normal en esta enfermedad. Se trata, por lo tanto, de la misma sintomatología de la enfermedad, en ciertos casos en un grado similar al del momento del inicio, en otros inferior y también puede ser de una manera fluctuante.

En el grupo de personas con síntomas persistentes se incluye a aquellos pacientes que fueron diagnosticados tras una PCR positiva pero no tuvieron necesidad de ingresar en el hospital. También se engloba a las numerosas personas que empezaron a sufrir síntomas al principio de la pandemia, cuando todavía no había suficientes PCR, pero fueron diagnosticados por la clínica que presentaban y permanecieron aislados en casa.

Síntomas más importantes de la Covid-19 persistente

Los síntomas más frecuentes de la Covid-19 persistente -que algunos pacientes sufren desde hace más de seis meses- son los siguientes: la astenia o cansancio extremo; la incapacidad o imposibilidad para realizar las tareas cotidianas; la febrícula o fiebre; los trastornos respiratorios y la pérdida de olfato y gusto.

¿Atención primaria o especializada?

Las secuelas son atendidas generalmente en las unidades post-Covid-19 que se han creado en numerosos hospitales, mientras que atención primaria se encarga de los casos de enfermedad persistente.

En principio, los casos leves o moderados son habitualmente seguidos tras la fase aguda por los especialistas en medicina familiar y comunitaria desde atención primaria; y aquellos más graves o con secuelas más relevantes pueden tener seguimiento en consultas post-Covid específicas multidisciplinares en función de las necesidades del paciente”.

Sin embargo, el seguimiento ha ido reorganizándose en función de la capacidad de atención y saturación asistencial de los distintos profesionales y centros, con protocolos no siempre bien aclarados y heterogéneos. La coordinación varía en muchas ocasiones según las distintas áreas o comunidades.

Cuidate Plus / Farmanuario.

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