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Dolor muscular en el trabajo: ¿qué podemos hacer?

Las molestias musculares durante la jornada laboral (que además suelen extenderse también al tiempo de ocio) siguen siendo frecuentes, dificultan el descanso e interfieren en el día a día.

¿Por qué surge el dolor muscular como consecuencia del trabajo? ¿Qué podemos hacer para prevenirlo y evitar que aparezca? 

El trabajo puede llegar a provocar dolor principalmente ante dos situaciones: por un esfuerzo exagerado al utilizar un grupo o grupos musculares (levantamiento de peso repetido, trabajo muscular no habitual o trabajo realizado de forma incorrecta), o bien por realizar una actividad laboral en posiciones no fisiológicas o mantenidas durante demasiado tiempo.

Respecto a las zonas donde habitualmente suele desencadenarse este dolor, se produce sobre todo a nivel de la columna; a nivel lumbar, por levantamiento inadecuado de peso; o a nivel cervical, por posiciones incorrectas del cuello mantenidas durante demasiado tiempo. El especialista indica que hay factores que pueden contribuir a que se desencadene el dolor, como utilizar un material de trabajo inadecuado, tener un mobiliario no ergonómico o realizar excesivas horas de trabajo.

¿Cómo podemos prevenirlo?

El dolor muscular, además de molesto, puede venir acompañado de una sensación de cansancio, rigidez, jaquecas, alteraciones del estado de ánimo y dificultad para encontrar la posición de descanso adecuada.

Todo esto puede provocar limitaciones en el rendimiento del trabajador, que este realice las tareas de forma inadecuada, tenga cambios de carácter en el entorno laboral y falte al mismo, y, por tanto, tenga menos disponibilidad.

¿Qué podemos hacer para evitar el dolor muscular?

Hay una serie de pautas imprescindibles para llevar una vida sana en general y tratar de disminuir o evitar el dolor muscular. Estas son: descanso adecuado (durmiendo entre 7 y 8 horas), adoptar posturas adecuadas en el trabajo, cambiar de posición con frecuencia con descansos periódicos y, en caso de esfuerzo físico, realizarlo de la forma más fisiológica posible.

¿Qué tratamiento es el mejor?

Una vez que aparece el dolor muscular, la recomendación es realizar reposo en el grupo muscular afectado durante 2-3 semanas.

Se debe evitar aquellas posiciones y esfuerzos que nos producirán dolor muscular, realizar actividad física mejorando la flexibilidad y entrenando los músculos de forma coordinada y bilateral.

Además, la utilización de relajantes musculares, antiinflamatorios no esteroides durante 2-3 días y calor local con masaje ayudan a acelerar la curación.

Cuidate Plus / Farmanuario.

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