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¿Ejercicio físico en verano? Algunas precauciones

 

Ejercitarse cuando hace calor añade estrés extra a tu cuerpo. Si no tienes cuidado al hacer ejercicio expuesto al calor, estás en riesgo de una enfermedad seria. Tanto el ejercicio como la temperatura del aire incrementan tu temperatura corporal.

Para ayudar a enfriarte, tu cuerpo manda más sangre a circular por tu piel. Esto deja menos sangre en tus músculos, lo que a su vez incrementa tu ritmo cardíaco. Si la humedad también es alta, tu cuerpo enfrenta más estrés porque el sudor no se evapora de tu piel. Eso eleva tu temperatura corporal aún más.

El resultado puede ser una enfermedad por calor. Las enfermedades por calor ocurren dentro de un espectro, comenzando como leves pero empeorando cuando no son tratadas.

Cuando hace calor, pon atención a signos y síntomas de enfermedad por calor. Si ignoras estos síntomas, tu condición puede empeorar, resultando en una emergencia médica. Los signos y síntomas pueden incluir:

  • Calambres musculares
  • Náuseas o vómitos
  • Debilidad
  • Fatiga
  • Dolor de cabeza
  • Sudar mucho
  • Mareos
  • Confusión
  • Irritabilidad
  • Presión arterial baja
  • Ritmo cardíaco aumentado
  • Problemas de visión

Si presentas cualquiera de estos síntomas, debes bajar tu temperatura corporal e hidratarte de inmediato. Deja de hacer ejercicio inmediatamente y aléjate del calor.

La prestigiosa Clínica Mayo (EEUU) elaboró la siguiente lista de precauciones para ejercitarse en verano sin poner en riesgo la salud.

Cuando te ejercitas y hace calor, ten estas precauciones en mente:

Vigila la temperatura. Presta atención al pronóstico del tiempo y alertas de calor.

Aclimátate. Si estás acostumbrado a ejercitarte adentro o en un clima más fresco, tómate tu tiempo cuando comiences a hacer ejercicio en el calor. Mientras tu cuerpo se adapta al calor en el curso de una o dos semanas, incrementa de manera gradual la duración e intensidad de tus ejercicios.

Conoce cuál es tu nivel de aptitud física. Si no estás en forma o has comenzado hace poco a hacer ejercicio, ten cuidado extra al ejercitarte en el calor. Tu cuerpo puede tener una menor tolerancia al calor. Reduce tu intensidad de ejercicio y descansa con frecuencia.

Toma muchos líquidos. La deshidratación es un factor clave en la enfermedad por calor. Ayuda a tu cuerpo a sudar y a enfriarse al mantenerte bien hidratado con agua. No esperes a tener sed para tomar líquidos.

Si planeas hacer ejercicio intenso, considera una bebida deportiva en lugar de agua. Las bebidas deportivas pueden reemplazar el sodio, cloro y potasio que pierdes al sudar.

Lleva ropa adecuada. La ropa ligera y poco ajustada puede ayudar al sudor a evaporarse, y a mantenerte fresco. Evita los colores oscuros, ya que estos absorben el calor.

Evita el sol de mediodía. Haz ejercicio en la mañana o la tarde cuando es más probable que esté más fresco afuera.  Usa bloqueador solar. Una quemadura solar disminuye la capacidad de tu cuerpo para enfriarse y aumenta el riesgo de cáncer de piel.

Haz otro plan, por las dudas. Si estás preocupado sobre el calor o la humedad, quédate adentro. Haz ejercicio en el gimnasio.

Entiende tus riesgos médicos. Ciertos trastornos de salud o medicamentos pueden aumentar tu riesgo de enfermedad por calor. Si planeas hacer ejercicio en el calor, habla con tu médico sobre las precauciones.

En su mayoría, las enfermedades por calor pueden prevenirse. Si tomas precauciones básicas, no necesitas dejar de lado tu rutina de ejercicio porque hace calor.

Fuentes: Clínica Mayo / Montevideo Portal.

 

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