Si no escuchaste hablar de la tricotilomanía, en Farmanuario te contamos de qué se trata.
La tricotilomanía es un trastorno del control de los impulsos, en el que las personas que lo padecen no pueden evitar el acto de arrancarse el pelo de forma compulsiva o los vellos de distintas zonas del cuerpo. Puede manifestarse en un arrancamiento compulsivo del pelo, produciendo desde pequeñas pérdidas de cabello hasta calvicie severa. El término fue acuñado por el dermatólogo francés François Henri Hallopeau.
La tricotilomanía puede presentarse en niños, pero la edad clave del padecimiento es entre los 9 y 13 años, y afecta más a mujeres que a hombres. Su desarrollo puede estar influido por depresión o estrés. Puede llegar a relacionarse con la tricofagia, que consiste en el hábito de mascar o ingerir el cabello, produciendo obstrucciones severas (tricobezoar) en el aparato digestivo.
En muchos casos la persona presenta una sensación de tensión o ansiedad antes de arrancarse el cabello. Durante la realización de la conducta, y posteriormente a la misma, se genera un sentimiento agradable, de placer, alivio y liberación de la tensión. En quienes lo padecen, el estrés, el cansancio, las preocupaciones o la ansiedad son emociones que se ven disminuidas tras esta conducta.
Las causas de este trastorno no están claras, aunque algunos autores se inclinan por considerar la importancia que tiene el estrés psicosocial.
No existe una situación o estado común que les lleve a realizar este acto. Hay personas que lo llevan a cabo cuando están aburridas o no tienen nada que hacer, otras en cambio suelen hacerlo cuando están en una situación de mucho estrés. Algunas situaciones típicas son tales como cuando se estudia, se ve la televisión, hablan por teléfono, se van a dormir, etc.
Es recomendable comenzar con un tratamiento psicológico para tratar este trastorno.
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