InicioSalud para todos¿Qué relación existe entre correr y el dolor de rodilla?

¿Qué relación existe entre correr y el dolor de rodilla?

 

El running es uno de los deportes más practicados a nivel mundial. Es barato y accesible para cualquier persona, puede practicarse en grupo o de forma individual, en cualquier sitio y a cualquier hora.
Correr tiene numerosos beneficios para nuestro organismo: favorece el sistema óseo, cardiovascular y metabólico, enlentece la aparición de artrosis, reduce los niveles de estrés y ansiedad, y mejora la calidad del sueño si se realiza a una hora adecuada.

A pesar de sus numerosas ventajas, muchos corredores sufren dolencias en las rodillas. En su mayoría se deben a contusiones, sobrecargas o distensiones de los músculos que le dan soporte, enfermedades como la artritis, y problemas de meniscos o cartílago. Para prevenirlas, resulta vital calentar y estirar de forma adecuada, así como tonificar los cuádriceps y los bíceps femorales, ya que de esta forma se consigue que el peso se reparta correctamente sobre la articulación y disminuye la sobrecarga.

El calzado juega un papel importante. Se deben escoger aquellos con una correcta amortiguación del impacto, sujeción y transpiración del pie, valorando opciones más especiales en caso de una pronación o supinación muy marcada.

La aplicación de frío sobre la zona después de hacer ejercicio, haya o no dolor, y el consumo de suplementos con colágeno y ácido hialurónico también ayudan. El impacto continúo, sobre todo cuando se corre asiduamente y con fuerte intensidad, provoca un desgaste rápido de la articulación y del cartílago, y contribuye a la aparición y empeoramiento de la artrosis.

Cómo identificar una lesión

Una dolencia aparece de forma puntual al comienzo del ejercicio y desaparece progresivamente con el calentamiento. En cambio, en una lesión, el dolor se repite de forma habitual y suele surgir en la etapa final del ejercicio sin llegar a desaparecer. Cuando el dolor es muy elevado y nos obliga a detenernos, es probable que se trate de una lesión.

Es muy importante tener en cuenta las causas que originaron la lesión para evitar que esta se produzca de nuevo en el futuro. Cuando la lesión ha degenerado en algo crónico, se deberá optar por otros deportes cardiovasculares de menor impacto como el senderismo, la natación, la bicicleta o la elíptica y combinarlos con ejercicios de tonificación.

Por tanto, correr es un deporte muy beneficioso siempre que se practique de forma moderada, con unas nociones básicas y prestando atención a nuestro cuerpo.

 

CuidatePlus / Farmanuario.

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